Tener hijos con alergia alimentaria es una de las situaciones cada vez más frecuentes que se están dando en el mundo. Siendo pequeño, los niños no pueden expresar todo lo que su cuerpo siente, ni siquiera saben identificarlo. Y tú, como padre/ madre, te frustras, te asustas y entras en modo alerta por el miedo, y sin querer, se lo trasladas a tus hijos.
Ante un recién diagnóstico, es normal sentir miedo y total incomprensión frente a la nueva situación. Por eso hoy he entrevistado a Nuria García, nutricionista que ayuda a las familias a vivir las alergias alimentarias con el proyecto Nutritribu.
Hoy te damos algunas claves para empezar a afrontar esta situación:
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¿Por qué crees que hay un miedo generalizado en los primeros diagnósticos? ¿Existe falta de información desde el campo médico? ¿O es cuestión de competencias?
Es normal que una familia tenga miedo cuando diagnostican a su peque de una alergia alimentaria. Desgraciadamente, a día de hoy, las alergias todavía siguen siendo grandes desconocidas y mucha gente no sabe ni qué son ni qué consecuencias podrían llegar a tener. Y no saber, da miedo.
Yo no diría que haya una falta de información en general desde el campo médico. Depende mucho de cada pediatra, de cada alergólogo, de cada nutricionista y también de cada familia.
Es cierto que algunos profesionales sanitarios no están actualizados y algunos ni siquiera son conscientes de que no están actualizados. Los buenos médicos y nutricionistas se actualizan constantemente y buscan las últimas evidencias sobre qué tratamiento es el mejor para sus pacientes. Algunos no saben qué es la ITO y no la recomiendan por mero desconocimiento. Pero yo no generalizaría.
Lo que sí que veo como nutricionista pediátrica, es una falta de trabajo en equipo. Un pediatra deriva al alergólogo ante la mínima sospecha de alergia, porque es este sanitario el especialista. Sin embargo, no veo que se derive a la familia a nutricionistas o psicólogos. En los primeros diagnósticos, las familias tendrían que contar con ayuda de otros profesionales para estar informados por especialistas.
Una de las competencias principales de un sanitario es, además de estar formado, ser humilde y aceptar que no puedes saberlo todo. Necesitamos actualizarnos para estar al día. Algunas veces la mejor manera de ayudar a la persona que tienes delante es saber delegar.
Está bien referir a otro médico, a otro nutricionista o a otro psicólogo. De hecho, es de agradecer. Si yo sé de alguien que puede ayudarte mejor que yo misma o que puede ayudarte además de lo que te puedo ayudar yo, no tengo reparos en recomendarte a otro profesional. Somos humanos, no podemos ayudar a todo el mundo. Además, las alergias se deben de tratar en equipo. Y son muchos los profesionales de los cuales nos podemos nutrir.
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¿Cómo afecta en la calidad de vida de las familias un diagnóstico de alergias alimentarias de sus niños?
Dependiendo de cada familia y del tipo de alergia, el diagnóstico podría afectar de una forma u otra. Desde mi propia experiencia tratando con familias que han pasado por un diagnóstico de alergia a sus niños, veo mucho miedo y frustración.
Por puro desconocimiento, el no saber qué hacer, qué cambiar, qué cocinar y cómo hacerlo, genera mucho estrés en el núcleo familiar. Muchas madres y padres viven con miedo de lo que pueda pasarle a sus hijos. No son capaces de resolver todas las dudas que les van surgiendo durante el diagnóstico y a lo largo del proceso (quizá esto se podría solucionar encontrando a un profesional especializado de confianza).
El miedo, las dudas, la frustración, los sobresaltos emocionales… pueden llegar a generar discusiones de pareja y más irascibilidad con los niños. Al estar en una situación de estrés, tenemos menos paciencia y saltamos a la primera. Los niños lo notan, sienten tu miedo. Y lo peor que podría pasar es que se sientan culpables o responsables de que sus papis no estén tranquilos y felices.
A nivel emocional la calidad de vida se ve afectada. También a nivel social. Por miedo, muchas familias dejan de salir a comer o cenar fuera, dejan de hacer planes con la familia o los amigos… incluso prefieren que sus hijos no vayan a los cumpleaños de sus amigos por evitar una posible reacción alérgica. En casa, dedican demasiadas horas a hacer la compra para encontrar productos sin el alérgeno, cocinando, limpiando y desinfectando todo…
Pero hay una forma de vivir las alergias sin miedo. Que esta sea la realidad para muchas familias, no significa que sea la única. Se puede vivir una alergia alimentaria desde el amor, con tranquilidad y seguridad. Y si todavía no estás en este punto, tranquila: se puede aprender.
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¿Crees que es necesario el apoyo psicológico y nutricional desde el primer momento del diagnóstico?
Sin duda. Como nutricionista pediátrica, veo tan necesario el apoyo nutricional tras el diagnóstico de una alergia alimentaria como el de un médico alergólogo. Teniendo en cuenta que el tratamiento de una alergia es evitar el alimento que la provoca, quién mejor que un nutricionista para ayudarte a hacerlo.
Veo muchas familias preocupadas por comprar productos sin alérgenos, sin importarles la calidad de lo que compran. Unas galletas sin gluten, un bollo sin huevo, unos nuggets sin frutos secos, unas salchichas sin lácteos… Y yo me pregunto: si te preocupas por la salud de tu peque y no quieres que acabe en el hospital, ¿Por qué le ofreces productos poco saludables que podrían llevarle al hospital por otros motivos?
Yo veo las alergias como un camino nuevo. En alimentación, estamos acostumbrados a seguir un camino ya pautado: hacemos lo que todo el mundo hace. Algunas familias se dan cuenta y empiezan a llevar una alimentación saludable. Las alergias alimentarias te obligan a cambiar la alimentación de tus hijos. Mi consejo: aprovecha y cuida la salud de tu familia con buenos hábitos de vida y una alimentación saludable desde el principio.
En cuanto al apoyo psicológico, creo que también es necesario. Tanto para los niños como para los padres. Como he dicho antes, lo mejor es nutrirse de diferentes profesionales. En este caso, creo que la ayuda de un psicólogo podría ser un gran apoyo para aprender a gestionar todo lo que supone una alergia alimentaria en los miembros de la familia, tanto en lo personal como en lo social.
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¿Cómo afrontar el miedo de una madre que tiene que hacer dieta de exclusión pautada porque su bebé está lactando y es alérgico a algo?
Con conocimientos. El aprendizaje es el mejor antídoto para el miedo. El mejor consejo que podría darle a una madre es que se apoye en profesionales especializados de confianza. Que busque bien hasta encontrar a la o las personas que mejor la podrían ayudar.
No podría dar un consejo general por aquí, sin conocer el caso particular de cada mamá. Pero sí podría decirle que el profesional que ella necesita existe. Y, cuando lo encuentre, dejará de tener miedo y empezará a sentirse empoderada, tranquila y segura.
Podría hablar con un alergólogo, un nutricionista y un psicólogo para tratar el problema desde distintos campos. Con cada profesional aprenderá conceptos y estrategias para saber manejar la dieta de exclusión y el miedo que le provoca esta nueva situación.
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¿Cómo abordar un diagnóstico en el entorno familiar, si la familia más cercana no lo entiende?
Con mucha paciencia. Muchas personas no saben qué es una alergia alimentaria. “Por un poquito no pasa nada”. Lo he escuchado muchas veces y siempre me paro a desmitificar esta creencia tan extendida. ¿También lo hacéis vosotros? Es posible que la familia más cercana tampoco entienda las consecuencias que podría tener una alergia alimentaria. Con mucha paciencia, hay que hacerles entender que sí pasa. Y mucho.
Cuando entiendan que simplemente con darle una galleta a un niño, este podría acabar en el hospital, estarán preparados para hacerle de comer. Antes, no. Son muchas las cosas que cambian con el diagnóstico de una alergia alimentaria. Una de ellas es la comunicación familiar. Es necesario que nos sentemos con la familia más cercana y las personas que vayan a cuidar del peque con alergia y tengamos una conversación con ellas en la que les expliquemos la importancia de evitar el alérgeno que le provoca los síntomas.
Podemos animar a estas personas a leer, a formarse, a aprender. Tanto en los cursos online como en los programas de NutriTribu, animamos a que la familia invite a familiares y personas que estén en contacto con el peque con alergia para que vengan y aprendan también. Personalmente, creo que cuando nuestro entorno nos apoya, el cambio es más fácil.
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¿Cómo afrontar el miedo cuando los padres no pueden controlar la situación? (en la guardería, en el colegio, fuera de casa…)
Cuando los cuidados que hay que tener para evitar una reacción alérgica no están en nuestra mano, lo mejor es centrarse en lo que sí está en nuestra mano. La pregunta es: ¿Qué podemos hacer nosotros?
Podemos hacer más de lo que pensamos. Aquí te dejo algunas ideas: hablar con el colegio o la guardería, enterarnos de si hay una enfermera en el centro, investigar qué empresa lleva el comedor, hablar con quién hace los menús, tener una reunión con la persona que servirá la comida a nuestro hijo, pedirle a la persona que vaya a estar con él o ella mientras come (ya sea un profesor o un monitor del comedor) que nos avise a la mínima duda, hablar con los padres de sus amigos cuando vaya a casa de alguno de ellos…
Lo que esté en nuestras manos, lo haremos. No podemos controlarlo todo, pero podemos informarnos e informar a las personas que sí puedan controlar la situación. Explícales cómo actuar y qué medidas tomar. Habla con ellas, pregunta, explica, pide que te mantengan informada… Insiste hasta estar segura de que todas las personas que van a estar en contacto con tu hijo o hija mientras come (siempre, pero sobre todo cuando tú no estés delante) han entendido bien qué medidas tomar para evitar una reacción alérgica.
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¿Cómo evitar trasladar el miedo a los hijos?
Es importante que les expliquemos por qué no pueden. Los niños lo notan todo. Por eso es tan importante que prestemos mucha atención a la forma en la que les explicamos las cosas. Cómo les hablamos tiene muchas veces más importancia que qué les decimos. Es importante transmitir calma cuando les expliquemos ciertos conceptos relacionados con las alergias.
Obviamente, tus hijos son los primeros que tienen que entender las consecuencias que podría llegar a tener para ellos comer algunos alimentos. De hecho, ellos mismos tendrían que saber explicarlo. Yo trabajo con niños y muchas veces me quedo impresionada cuando un peque me explica qué significa que tiene alergia a un alimento. Cuando un niño sabe sobre su alergia y entiende qué podría pasarle y por qué, se reducen las posibilidades de que tenga una reacción alérgica.
Es importante concienciar a la familia más cercana, como hemos dicho en la pregunta anterior. Y todavía es más importante concienciar a los protagonistas del cuento. Eso sí, concienciar no significa aterrorizar. Si nosotros no queremos vivir las alergias con miedo, tampoco queremos que nuestros peques las vivan así, ¿cierto?
En esta parte también puede ayudarte un profesional especializado. Tanto un psicólogo pediátrico como un nutricionista especializado en alergias alimentarias y (muy importante) que además tenga experiencia en el trato con niños, podrían ayudarte a tratar la alergia de tu peque sin transmitirle tus miedos.
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¿Qué recomendaciones harías a unos padres que acaban de diagnosticar de alergia a su hijo?
Si acaban de diagnosticar alergia alimentaria a tu peque, lo primero que te recomendaría es TRANQUILIDAD. Es el inicio de un cambio. Y tienes el poder de decidir cómo quieres vivir este camino. ¿Vas a escoger el camino del miedo o el camino del amor? ¿El camino de la frustración o el camino de la tranquilidad? ¿El camino de la inseguridad o el de la seguridad?
Lo mejor de los comienzos es que puedes empezar de cero. Rodéate de profesionales de confianza que estén actualizados. Tanto tu pediatra como el alergólogo, la enfermera, la nutricionista, el psicólogo… te van a acompañar y te van a ayudar. Y, si no lo hacen como tú crees que necesitas, siempre puedes buscar a otro profesional en quien confíes.
Lee, aprende, sé crítico y piensa en lo mejor para tu peque. Habla con tu hijo, habla tu familia y tus amigos, con las personas que vayan a estar en contacto con tu peque. Y nunca te canses de explicar a qué tiene alergia tu peque y cuáles podrían ser las consecuencias. Cuando salgas de casa, pregunta. Hasta estar seguro de que no hay la más mínima posibilidad.
Y, por último, mi consejo es que empieces a ver la alergia de tu peque como una oportunidad para cuidar de su salud. Aprovecha que su alimentación no será como la de los demás niños para hacerla mejor. Cuida su salud con hábitos de vida saludable. Será el mejor regalo que puedas hacerle.
SOBRE NURIA
Nuria García es nutricionista infantil y familiar. Trabaja en un colegio de Madrid como responsable de alergias e intolerancias. Ha creado Nutritribu porque trabajar en un cole no es suficiente para cambiar la alimentación infantil.
Su misión es que todas familias se diviertan comiendo sano, aunque estén lidiando con una alergia alimentaria. Creó el proyecto Nutritribu para ayudar a las familias con alergias alimentarias a aprender todo lo necesario para vivir este proceso sin miedo, en calma y con amor.
Con una metodología diferente a la que utilizan la mayoría de las nutricionistas, quiere ayudar a poner en práctica en tu propia casa los cambios que necesitas para cuidar la salud y la alimentación de los tuyos. Quiere revolucionar la alimentación familiar.
En los programas presenciales de Nutritribu, ella misma voy personalmente a casa de las familias que necesitan su ayuda y juntos, diseñan un plan de acción y lo ponen en práctica. Te ayuda a cambiar la mentalidad de tu familia. Te ayuda a entender qué es una alergia y cómo tratarla en casa y fuera de ella. Te ayuda a que tus peques también lo entiendan mediante juegos y actividades divertidas. Te ayuda a evitar el alimento que provoca la alergia. Te ayuda a realizar los cambios que necesitas. Te ayuda a vivir la alergia de tu peque sin miedo, con tranquilidad y seguridad. Te ayuda a hacer la compra, a colocar la despensa, a cocinar recetas sin el alérgeno, a evitar la contaminación cruzada en tu propia casa… Te enseñará todos los trucos para vivir la alergia de tu peque desde una nueva perspectiva.
Además de los programas presenciales (que también se pueden hacer de forma online si lo prefieres), también tiene consultas y cursos online.
Los cambios se hacen mejor con apoyo. En Tribu. Juntos, en familia, nos enfrentamos al monstruo de las alergias alimentarias.
En Nutritribu revolucionamos la alimentación familiar.
En Nutritribu aprendemos a nutrir en calma y con amor.
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Puedes leer más sobre Nutritribu en nuestra web www.nutritribu.com.