¿Existe relación entre las alergias y las emociones? ¿Funcionan las terapias alternativas y complementarias?

¿Existe relación entre las alergias y las emociones? ¿Funcionan las terapias alternativas y complementarias?

En el diagnóstico de cualquier enfermedad, y más específicamente en las alergias, cuando las personas diagnosticadas o sus familiares no tienen la suficiente información para gestionarlo, pueden entrar en un estado de desesperación en el que buscan cualquier vía para sentirse mejor. Esas vías suelen ser las que van más allá que la medicina tradicional cuando esas personas ven que no funciona como creían o no obtienen resultados inmediatos.

Hace mucho tiempo que tenía ganas de escribir sobre las alergias un poco más allá de lo que todos conocemos como la versión tradicional de la medicina, para acercar, no solo mi experiencia, sino la de otras personas que han tratado de conocer la alergia desde otras perspectivas. Algunas de las preguntas que más asaltan a los afectados de la alergia son: “¿Por qué se producen?”, “¿Por qué cada vez hay más alergias?”, “¿Por qué yo?” o “¿Por qué a mí?”.  Seguramente, no podré dar respuesta a todo esto, pero sí mostrar lo que las personas han sido capaces de hacer e investigar para llegar a estas respuestas (en el mejor de los casos). Este artículo está basado en mis vivencias y las de otras personas y, además recoge algunas teorías y técnicas alternativas más comunes que conozco o he podido investigar. Antes que continúes leyendo, quiero recalcar que yo no tengo la verdad absoluta; mi objetivo con este artículo es que puedas ampliar tus conocimientos con respecto a las alergias por si pudieran ayudarte a hacer más fácil tu camino.

¿Empezamos?





¿Tienen las alergias un origen o componente emocional?

Lo cierto es que existen varios estudios que han investigado la relación que tienen las emociones con las enfermedades o síntomas. Por ejemplo, cuando el corazón se te acelera porque estás muy nervioso por algo, te da ansiedad en el pecho y al respirar cuando un examen importante se acerca, o se te pone un “nudo en el estómago” por una mala noticia. Estos son, sin duda, síntomas que no controlamos y aparecen de manera innata, lo que ocurre es que no somos conscientes de los mismos. Muchas de estas investigaciones llegan a la conclusión de que existe una relación entre el dolor y el estrés con “traumas” no superados, gestionados o ignorados, que el cuerpo manifiesta en forma de alarma a través de dolor y enfermedades.

Algunos de estos investigadores y autores de diversos libros y programas son Louise Hay o Enric Corbera (ingeniero y psicólogo) que ha estudiado las enseñanzas de Carl Gustav Jung (médico psiquiatra y psicólogo), Dr. David R. Hawking, Dr. Bruce H. Lipton o Dr. Robert Lanza. El primer libro y autor que quiero recomendarte es Dr. Joe Dispenza con su joyita:

<iframe sandbox="allow-popups allow-scripts allow-modals allow-forms allow-same-origin" style="width:120px;height:240px;" marginwidth="0" marginheight="0" scrolling="no" frameborder="0" src="//rcm-eu.amazon-adsystem.com/e/cm?lt1=_blank&bc1=000000&IS2=1&bg1=FFFFFF&fc1=000000&lc1=0000FF&t=albaquadrado-21&language=es_ES&o=30&p=8&l=as4&m=amazon&f=ifr&ref=as_ss_li_til&asins=8479538821&linkId=634c816db3408e4a5bd01707a39a3c44"></iframe>

Algunas prácticas o terapias alternativas a la medicina tradicional más comunes

Existen técnicas de medicina complementaria y alternativa, que en algunos  países están más aceptadas que en otros. En el caso de países de Europa como Francia y Alemania, incluso un porcentaje está financiado por Sanidad. En el caso de España, el Ministerio de Sanidad considera que hasta que estas alternativas no estén reguladas por el Ministerio de Educación, no se podrían considerar como especialidades profesionales sanitarias. Hay diversas clasificaciones de tipos de terapias o prácticas dependiendo de cada país. En este caso, voy a hacer mi propia clasificación utilizando las más comunes y conocidas:

  • La homeopatía trata de forzar al cuerpo a curarse a sí mismo mediante la asimilación de la enfermedad. Se tratan las diferentes dolencias mediante una serie de sustancias naturales que contienen elementos que causan los mismos síntomas que sufre el paciente. Estos elementos son de origen animal, vegetal o mineral.

  • La naturopatía proporciona al cuerpo la fuerza para curarse a sí mismo por su propia cuenta. Incluye disciplinas como la Fisioterapia, Nutriceútica, Dietética y Nutrición, Aromaterapia, hidroterapia y Balneoterapia y Flores de Bach.

  • Técnicas físicas: acupuntura, balneoterapia, yoga, taichí, reiki, meditación.

Las alergias según la Naturopatía


La naturopatía se enmarca dentro de una de las variantes de la medicina alternativa y tiene como objetivo el estimular la capacidad curativa innata del organismo y alcanzar un buen estado de salud equilibrando el cuerpo. Está fundamentada en cambios en el estilo de vida y la nutrición, utilizando productos naturales, técnicas y procedimientos.

La naturopatía expone que la raíz de las alergias se encuentra en un desequilibrio de nuestro sistema inmunitario y que las sustancias que nos hacen daño (alérgenos) son inofensivas. Además, recalcan que nuestro estilo de vida de la edad moderna afecta en que cada vez más se desarrollen más alergias: el exceso de higiene con los bebés, manipulación genética de los alimentos, productos de limpieza y químicos a los que estamos expuestos, etc...

Además, la naturopatía habla desde el punto de vista psicosomático, en el que explica que cada síntoma alérgico tiene un significado. Exponen que, la mayoría de las veces, la inflamación provocada por la liberación de histamina significa un “no quiero o no puedo estar en contacto con el alérgeno (acontecimiento traumático), si no, volveré a pasarlo muy mal”. Algunos ejemplos (extraídos  del libro El tratamiento natural de las alergias, de Rosa Guerrero) del significado que le otorgan a algunas afecciones alérgicas son los siguientes:

  • Conjuntivitis alérgica. El lagrimeo y el picor de los ojos impiden ver correctamente. Su significado es: “No quiero o no puedo volver a ver algo que para mí es desestabilizador”.

  • Dermatitis alérgica. Aparece picor e hinchazón de la piel. Su significado es: “No quiero o no puedo estar en contacto con algo o alguien”.

  • Rinitis alérgica. Los síntomas principales son la falta de olfato y los estornudos. Su significado es: ”No quiero percibir algo” y “quiero expulsar algo fuera de mi territorio”. Existe un deseo de echar a un intruso del espacio de seguridad o libertad de la persona.

Las alergias según la Bioneuroemoción

La Bioneuroemoción® es un método que se basa en disciplinas científicas, filosóficas y humanistas y que estudia las emociones y su relación con las creencias, la percepción, el cuerpo y las relaciones interpersonales. Su objetivo principal es comprender e incidir sobre el bienestar emocional.

 

Según la Bioneuroemoción, las alergias son la resistencia que hace nuestro organismo contra una parte de nuestra vida que nos asusta o no deseamos enfrentar. Cada sustancia (alérgeno) que genera la alergia, simboliza el aspecto de la vida contra el que “luchamos”. Algunos ejemplos son:

 

  • Alergia a la leche: simboliza la unión con la madre y se produce por un “conflicto de separación” con la misma.

  • Alergia a un animal: shock relacionado con animales.

  • Alergia al sol: simboliza el padre, está relacionado con la separación de este o relaciones problemáticas.


  • Alergia a cereales: tiene que ver con una resistencia o conflicto familiar. El pan es el símbolo de la familia, y tener alergia al mismo puede tener que ver con rupturas familiares, peleas o falta de diálogo.

  • Alergia al polen: simboliza las relaciones amorosas y también conflictos con la sexualidad. En el caso de los niños, esto puede estar heredado de sus padres.

¿Y qué ocurre si las alergias se dan en la infancia o desde muy pequeños? Según la Bioneuroemoción, los síntomas o enfermedades hasta los tres años tienen que ver con los padres.

Las alergias según la teoría del Bioshock

 

En esta teoría, se relaciona la explicación tradicional del origen de las alergias con un momento de “impacto emocional” donde se desata la alergia.

 

Las dos etapas, según la medicina tradicional a la que esta teoría hace referencia se explican de la siguiente manera:

 

  • La primera etapa: es la fase silenciosa o de sensibilización, en la que el sistema inmunitario identifica un intruso (alérgeno o cuerpo extraño), haciendo que algunas de nuestras células lo analicen y fabriquen anticuerpos específicos memorizando las características del intruso.

  • La segunda etapa: se define como la fase de hipersensibilidad o fase ruidosa en la que se detiene y neutraliza a esos agresores (alérgenos). Sucede cuando los anticuerpos frente a los intrusos se vuelven reactivos y desencadenan una reacción alérgica.

 

Esta teoría relaciona estas dos etapas con el instante donde nuestro inconsciente detectó a algo o a alguien como el agresor por el cual se defiende nuestra alergia. En esta teoría, se dice que la alergia es un conflicto de gran estrés donde se supera el LST (Límite Superior Tolerable) debido a un shock emocional.

Un bioshock emocional es un acontecimiento vivido en soledad que sobrepasa el umbral de tolerancia particular. En ese instante de la situación desestabilizante (a través de la vista, oído, tacto, olfato y gusto) se asocia el episodio impactante con los alérgenos de ese momento (primera etapa). 

Cuando se produce una nueva toma de contacto con esos agentes presentes en esa situación desagradable, para el organismo significa que es una advertencia de peligro y no quiere volver a sentir lo mismo que sintió en esa situación desagradable, lo que hace que se defienda (segunda etapa).

Por ejemplo, una mujer está comiendo fresas con su pareja, cuando le dice que quiere dejar la relación. Para el organismo de esa mujer, las fresas simbolizan ese momento que la hizo sentir tan mal y la próxima vez que esté expuesta a las fresas su organismo se defenderá con una reacción alérgica, protegiéndose se esa sensación desagradable.

El Breathwork como herramienta de sanación

El Breathwork, o trabajo de respiración, es una práctica que ha ganado reconocimiento y popularidad en los últimos años debido a su potencial para contribuir a la sanación de diversas enfermedades físicas y mentales. Esta técnica se basa en la idea de que la Respiración Consciente y Conectada puede tener un impacto profundo en la salud y el bienestar de una persona. Estos son algunos de los beneficios de llevar a cabo esta práctica en tu día a día:

  • Mayor conciencia en la respiración: El Breathwork se centra en la toma de conciencia de la respiración y en la modificación de patrones de respiración disfuncionales. Muchas personas respiran de manera superficial y limitada, lo que puede llevar a la acumulación de estrés y tensiones en el cuerpo. Al practicar el Breathwork, las personas aprenden a respirar de manera más profunda y consciente, lo que puede aliviar la tensión y mejorar la oxigenación de los tejidos.

  • Reducción del estrés y la ansiedad: El estrés crónico es un factor que contribuye a muchas enfermedades, desde enfermedades cardíacas hasta trastornos autoinmunitarios. El Breathwork es una herramienta eficaz para reducir el estrés, ya que promueve la relajación y calma el sistema nervioso. Esto puede ayudar a prevenir y aliviar enfermedades relacionadas con el estrés.

  • Apoyo emocional: Las enfermedades crónicas a menudo están vinculadas a problemas emocionales no resueltos. El Breathwork puede ayudar a las personas a procesar emociones reprimidas, traumas y bloqueos emocionales, lo que puede ser fundamental para la sanación. Al liberar emociones atrapadas, se reduce la carga sobre el cuerpo y se mejora la salud emocional.

  • Mejora de la circulación y la función cardiovascular: Una respiración adecuada y consciente puede mejorar la circulación sanguínea y la función cardiovascular. Esto es beneficioso para personas que luchan con enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión o la enfermedad arterial coronaria.

  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: Se ha demostrado que el estrés crónico debilita el sistema inmunológico. Dado que el Breathwork puede reducir el estrés, también puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y hacer que el cuerpo sea más resistente a las enfermedades.

  • Apoyo en enfermedades crónicas: Si bien el Breathwork no es un reemplazo de la atención médica convencional, puede ser una herramienta complementaria valiosa en el tratamiento de enfermedades crónicas. Ayuda a los pacientes a lidiar con el dolor, la ansiedad y otros síntomas asociados con estas enfermedades.

  • Bienestar mental: Además de las enfermedades físicas, el Breathwork también puede ser beneficioso para tratar problemas de salud mental, como la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático. La respiración consciente puede ayudar a las personas a encontrar un mayor equilibrio emocional y mental.

El Breathwork es una práctica que promueve la sanación al enfocarse en la respiración Consciente y Conectada, la reducción del estrés, el apoyo emocional y la mejora de la función fisiológica. Siempre es importante consultar a un profesional de la salud antes de utilizar el Breathwork como parte de un plan de tratamiento para una enfermedad específica, pero esta técnica puede ser una herramienta valiosa en el camino hacia la sanación y el bienestar integral.


La activación de energía Kundalini (KAP) para sanar

La relación entre la activación de la energía kundalini y la sanación es un tema fascinante que ha sido explorado a lo largo de la historia en diversas tradiciones espirituales y culturales. La energía kundalini es una fuerza vital que se cree reside en la base de la columna vertebral, en la región del chakra raíz, según la filosofía hindú y el sistema de chakras. Su activación se considera un proceso espiritual y transformador que puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de una persona.

La kundalini se representa a menudo como una serpiente enroscada, y su ascenso a lo largo de la columna vertebral se asocia con una serie de experiencias que pueden ser físicas, emocionales y espirituales. Este proceso de activación puede ser desencadenado por diversas prácticas espirituales, como la meditación, la yoga, la respiración consciente y la atención plena.

En términos de sanación, se cree que la activación de la energía kundalini puede tener varios efectos beneficiosos:

  • Sanación física: Se afirma que el flujo de energía kundalini puede mejorar la salud física al fortalecer el sistema inmunológico y promover la curación natural del cuerpo. Se cree que puede aliviar dolencias físicas y promover el equilibrio en el cuerpo.

  • Sanación emocional: El proceso de activación de la kundalini a menudo se asocia con la liberación de emociones reprimidas y traumas. A medida que la energía asciende, puede desbloquear los bloqueos emocionales y permitir que las personas sanen heridas emocionales profundas.

  • Sanación espiritual: La kundalini se considera una fuerza espiritual poderosa que puede llevar a una mayor conciencia y conexión espiritual. Muchas personas informan haber experimentado estados de éxtasis y unidad con el universo durante el proceso de activación.

  • Equilibrio de los chakras: La activación de la kundalini a menudo se asocia con la limpieza y el equilibrio de los chakras, que son centros de energía en el cuerpo. Esto puede tener un impacto positivo en la salud mental, emocional y espiritual.

Es importante destacar que la activación de la kundalini no es un proceso sin riesgos y puede ser desafiante para algunas personas. Puede desencadenar síntomas físicos y emocionales intensos, a menudo denominados "síndrome de la kundalini", que requieren un cuidadoso manejo y orientación de un maestro espiritual experimentado. Si bien se cree que puede tener beneficios significativos para la salud y el bienestar, es fundamental abordar este proceso con respeto, precaución y una comprensión profunda de las prácticas espirituales involucradas. Como con cualquier enfoque de sanación, es importante buscar la orientación de profesionales calificados y capacitados para garantizar un proceso seguro y efectivo.



SOLICITA TU SESIÓN ONLINE AQUÍ

Mi experiencia en el campo emocional y terapias complementarias y alternativas con las alergias

Cuando quiero contar cosas sobre mi infancia, me apoyo en mis padres para que me recuerden cosas a las que mi memoria no alcanza. Mi madre me contó que me llevó a un doctor diferente al alergólogo. Antes de continuar, decir que las alergias alimentarias me las detectaron a los 8 meses de edad. El informe está realizado con una máquina de escribir (para que te puedas hacer una idea de esos tiempos). Esa doctora que me detectó las alergias fue la misma que le dijo a mi madre que “por un poquito no pasaba nada”. Ya podrás imaginar la inconsciencia que habría por aquel entonces (y ahora).

 

Entre los 3-4 años de edad, mis padres me llevaron a una consulta con una homeópata que realizó muchas preguntas a mis padres, por lo que, añadiendo a mi diagnóstico de alergias, me recetó una serie de medicamentos homeopáticos que mi madre utilizaba en exclusiva, basado en gotas. Esa doctora le dijo a mis padres que los medicamentos podrían darme reacción y que era normal. Al poco tiempo, comenzaron a salirme una especie de granitos por todo el cuerpo y nos dijo que esperáramos un tiempo. Después no cogía el teléfono, así que mis padres terminaron suspendiendo el tratamiento. Cuando era un poco más mayor, me llevó a otro homeópata durante 3-4 meses y tampoco tuve resultados.

 

 

Probaron también con mi hermano y el asma cuando tenía 11 años y empezó un tratamiento con otro homeópata. Eliminaron de la dieta algunos alimentos como la leche de vaca, embutidos y observaron que tuvo una leve mejoría. Insistió un año con los costes que ello conllevaba, sin mejorar mucho más los resultados, así que mis padres concluyeron en que la homeopatía para nosotros no era efectiva.

La primera vez que oí hablar de conceptos alejados de lo que los médicos decían, fue a través de un libro llamado “Las alergias no existen”. Ya por el propio título te reta a leerlo si tienes alergia porque no podrías creer que alguien te dijera a ti, que lo sufres, que las alergias no existen. Leí ese libro cuando en la adolescencia cayó en mis manos gracias a mi madre y me hizo entender algunas cosas pero que, por lo menos en mi caso, no eran aplicables.


 


En una época clave de mi vida, donde muchos aspectos se vieron desequilibrados, comencé a indagar sobre la Bioneuroemoción de la que he hablado en este artículo. Estuve yendo durante 2 años a terapia (cada “X” meses). En esa terapia, me tenía que encargar de investigar sobre lo que había sucedido en mi familia durante todas las generaciones que pudiera (separaciones, secretos familiares, casos traumáticos…). Era una manera para “tomar conciencia” de lo que había detrás y poder llegar a conclusiones en las que, en mi caso por lo menos, sí fueron acertadas basadas en mi familia. Así, llegaron a la teoría en la que supuestamente yo tenía alergias por conflictos sin resolver de mis padres (por eso nací con ellas). Esos conflictos tenían que ver con la “Construcción de su personalidad y vida”. Las proteínas servían para “Construir” y yo era alérgica a ellas. Tenía algo de sentido lo que me estaba diciendo, hasta que me dijo que mi inconsciente creía que “yo no me quería construir como persona” y que para sanarme tenía que creer que no era alérgica a nada y comerlo sin más. Esa recomendación me alarmó mucho, pero probé (en soledad) a probar las almendras, porque tenía valores bajos. Para mí sorpresa, no me dio ninguna reacción y hasta ahora las sigo comiendo, pero fue la excepción. No me atreví nunca a comer nada pensando que “ya no era alérgica”. Me parecía algo demasiado serio y peligroso. Con el tiempo, dejé de ir a terapia.

 

En 2013, aproximadamente, me detectaron Esofagitis Eosinofílica, una enfermedad “rara” consistente en la inflamación crónica del esófago en la que uno de los tratamientos consiste en excluir ciertos alimentos de la dieta de manera empírica. Esos alimentos que suelen excluir ya les tenía alergia, así que mi doctora (alergóloga) me dijo en ese entonces que no había manera de detectar cuáles eran los alimentos que me producían inflamación si no era eliminándolos y volviéndolos a introducir, pasando por un proceso largo, incómodo y costoso en calidad de vida. Al estar todo tan verde, decidí acudir por la vía de la naturopatía en otra isla.

 

Fui a una consulta en la que decían tener una máquina alemana “muy moderna” que era capaz de detectar 700 alimentos solamente viendo el magnetismo que producían ciertos alimentos en nuestro organismo. Me sentaron en una silla y me pidieron que extendiera mis pulgares para darme toquecitos con una especie de bolígrafo de metal durante 700 veces. En ese tiempo, se oían sonidos a través de una máquina (que era la que supuestamente detectaba ese impacto de los alimentos en el cuerpo). Cuando terminó, imprimió una lista de 700 alimentos ordenados por colores (azul, verde y rojo). Los que estaban en el listado rojo son los que a partir de ese momento no podría consumir de nuevo porque era intolerante (según él). Los azules, con moderación, y los verdes, sí. Lo curioso era que, en el listado de alimentos “aptos” aparecían alimentos a los que yo era alérgica, y en los alimentos “prohibidos” aparecían alimentos que yo consumía con mucha regularidad (Aceite de oliva, jamón cocido…).

Me parecía todo muy extraño, pero mi desesperación hizo que preguntara al naturópata cuál sería el siguiente paso. Me llevó a un rincón de la sala donde tenía desplegada en la mesa una serie de fotocopias con una “dieta”, que por lo que intuí sería la misma para todos los que estaban ahí. Me dio esa dieta y me dijo que simplemente quitara los alimentos que me habían salido en el listado. Me parecía todo muy incoherente sin una base nutricional correcta, así que me desesperé aún más. Por aquel entonces, me llevaron a otro homeópata que tenía un herbolario y antes de comentarle lo que tenía, me puso de pie, me dio toquecitos en algunas partes del cuerpo, me hizo algunas preguntas y concluyó que lo que yo tenía era un desequilibrio en el estómago y que se estaba haciendo “una fiesta” cada vez que yo consumía azúcar. Así que me dio un listado de otros alimentos prohibidos (todos esos alimentos eran hidratos de carbono, pastas, patatas y batatas; precisamente cosas que sí podía comer).

 


Me encontraba en un lugar que no era mi casa, alejada de mi familia, con estrés, un diagnóstico sobre la mesa que en ese entonces no tenía un tratamiento efectivo para mí y 2 listados de alimentos que excluían (aún más) mi alimentación. Fue una de las peores épocas de mi vida, pero rompí con todo, me mudé de nuevo a mi isla, recuperé los kilos que había perdido y comencé a llevar una vida un poco más tranquila (autoconvenciéndome que encontraría respuestas algún día). Conocí a personas que me empoderaban y me hacían salir del victimismo en bucle para aprender a tomar acción y hacer cosas que dependieran de mí. Este libro me ayudó a salir del victimismo:

Me volví más activa en la cocina, descubrí muchas cosas que podía combinar para comer más bonito y rico y, además de todo eso, empecé a aprender muchas cosas sobre nutrición. Me costó años aprender cómo alimentarme y ser más consciente con ello; y además me sirvió para mis objetivos en el gimnasio. Para sentirme mejor, combiné deporte, meditación, muchísima lectura sobre nutrición y toda la investigación que pudiera hacer para sentirme mejor conmigo misma.

En 2022, me rompí por ansiedad y comencé un nuevo proceso de crecimiento y transformación personal, con nuevas herramientas (Como la activación de Kundalini y el Breathwork) que me catapultaron en mi camino de sanación. Mi historia completa la puedes leer aquí.

Hoy puedo decir que, gracias a todos los procesos “difíciles” por los que he pasado, me ha ayudado a encontrar un camino que yo misma he construido, donde he encontrado un equilibrio en mi vida, más consciencia con mi alimentación y, por fin me ha aceptado, con mis alergias. Sí es verdad que he notado la influencia de la mejora y empeoramiento de mis síntomas dependiendo de cómo me he encontrado anímicamente, y, además, he sabido “manejar y controlar” mi alergia, y no dejar que ella me controle a mí.


A día de hoy, lo único que estoy haciendo “alternativo” para mejorar mi salud es tomar probióticos (aunque los propios médicos lo recetan, pero no está subvencionado) para ver, a largo plazo, cómo responde mi cuerpo.

Mi opinión y resumen

Creo que es necesario el, por lo menos ser consciente, de que existen otras terapias o vías sustitutas o complementarias a la medicina convencional, que pueden ser una escapatoria, salida, alivio o la peor pesadilla de las personas alérgicas y familias que lo están pasando. Creo que el resultado de todas estas corrientes es la propia y diversa experiencia de cada individuo, porque es algo tan subjetivo que, en mi opinión, no se podría generalizar.

 

Es indudable que, el diagnóstico de alergias realizado por un profesional alergólogo es incuestionable; lo que verdaderamente importa es el seguimiento y tratamiento que se le haga al paciente. He encontrado muchos casos en los que los pacientes no están contentos con la gestión del profesional. Siempre hay una oportunidad para pedir segundas y terceras opiniones, lo mejor es sentirse cómodo con la persona que te está tratando.

Además, creo que toda la desesperación a la que hacemos frente en algunos de los puntos, vienen por la carencia de muchas patas que nos faltan tras el diagnóstico: soporte psicológico para gestionar las alergias y el nuevo diagnóstico, apoyo nutricional y revisión de otros sistemas asociados como el sistema digestivo y posibles patologías asociadas. Es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida el contar con todas estar partes que no tenemos, o que a lo largo de los años vamos descubriendo por nuestra cuenta.

 

Para mejorar mi calidad de vida con alergias ambientales y alimentarias, primero me ha costado un sinfín de caídas y tumbos en el camino. Tras esas caídas, he logrado aceptar, a través de mucho trabajo personal, que las alergias son parte de mí como persona, y no las veo como algo externo. El conocer más sobre ellas, el estar continuamente informada y el hablar con otros pacientes, me ha ayudado a sentirme más segura y firme. Estudiar e investigar cosas sobre nutrición también me ha ayudado mucho, y en cuando a terapias “complementarias”, el hacer deporte y meditación me mantiene en equilibrio.

 

Creo que cada persona o familia debe encontrar su fórmula para sentirse bien y entender que lo que funciona para una persona puede que no funcione para otra.

 

Si has llegado hasta aquí, deseo que ojalá puedas encontrar tu camino del equilibrio sin tener que caer tantas veces. 

 

Mi granito de arena en esto

Gracias a mi experiencia como paciente, conocimientos y ensayo-error, he logrado combinar un programa de acompañamiento de 7 semanas que comienza el 07/11/2023 donde te cuento en profundidad cómo han podido ayudarme muchas herramientas y las puedas poner en práctica en tu propio camino. Las plazas son limitadas: